Nuestra identidad como chilenos y como santiaguinos está profundamente arraigada al patrimonio cultural en el que nos desenvolvemos día a día. Santiago, una metrópolis que cobija a más de 10 millones de almas, es a menudo retratada como un monstruo de proporciones ciclópeas, que en su impersonalidad gris, absorbe y asimila a sus ciudadanos como a una célula más de esta masa informe.
Sin embargo, los ojos menos contaminados de esta negatividad aprendida, sabrán apreciar la belleza de la capital Chilena. Hablamos de una ciudad limpia, moderna y con historia, que algunos de los mejores arquitectos del mundo han sabido engalanar con sus obras sobre los acontecidos casi 500 años de historia de esta ciudad.
Es de cierto modo contra intuitivo pensar que la ciudad precede al país, pero es relevante tener en cuenta que para la Primera Junta Nacional de Gobierno, nuestra ciudad ya tenía 270 años. Es pensando en esta larga data logros y desafíos, que el Gobierno de Chile a través del Consejo de Bienes Nacionales, decretó el último domingo de mayo de 1999 como el Día de los Patrimonios, con la finalidad de que la ciudadanía conozca y disfrute de las riquezas culturales y arquitectónicas de nuestro país.
Es en este contexto que las estudiantes del 3°B y del 4°B de la especialidad de turismo, se prepararon dentro de sus horas lectivas para aplicar el conocimiento reunido en el estudio de su carrera, a locaciones escogidas por su significancia histórica.
Venda Sexy por ejemplo, fue un centro de detención (Macul) en el periodo de la Dictadura Militar en el que se cometieron todo tipo de atrocidades, especialmente de carácter sexual, desde el que sobrevivieron muy pocas personas. Villa Grimaldi, infame por ser uno de los centros de tortura más grandes y complejos del mismo periodo histórico, ubicado en la comuna de Peñalolén, se abren al público general a través de nuestras estudiantes, quienes informan y guían a los visitantes a recorrer las dependencias de este oscuro periodo histórico.
El Sanatorio Laennec, perteneciente a un periodo histórico muy diferente, albergó a fines del siglo XIX, a enfermos de tuberculosis, cuando este padecimientos era uno de las principales causas de muerte en el mundo.
En una nota más positiva, tenemos al Museo del Carmen en la comuna de Maipú, donde nuestras estudiantes orientan a los pasajeros por algunos de los momentos más relevantes de la historia militar y religiosa de nuestro país.
Finalmente, la recientemente reconstruida Iglesia Santa Ana, fue el centro de operaciones de las blinderianas que pusieron en valor los casi 500 años de esta iglesia parroquial, que ha visto a nuestra ciudad crecer casi desde su nacimiento.